De acuerdo con diversos análisis, el 2023 será un año de consolidación para muchas PYMES en el país, ya que al menos un 71% señala tener una situación financiera estable. Cabe destacar, que en la economía mexicana, las MiPYMES son un pilar estratégico, ya que representan el 99.8% de las empresas y generan el 72% del empleo.
Por otra parte, analistas privados indican que las condiciones de crecimiento de la economía mexicana han mejorado, por los que los pronósticos indican que el PIB podría llegar a crecer hasta un 2.7%, lo que representa una enorme oportunidad para las micro, pequeñas y medianas empresas formalmente establecidas.
Si bien es cierto, uno de los principales elementos para consolidar estas oportunidades van de la mano de la innovación y la capacidad para adaptarse al entorno social y económico del pais. También existen retos sociales, económicos y de ciberseguridad que este tipo de empresas tendrá que sortear en el camino para aprovechar el levantón que la economía mexicana está viviendo.
Carlos Pérez, director general de NYCE, señaló que es indispensable que en conjunto se trabaje para elevar la competitividad de las pymes para destacar en el mercado y beneficiarse de la confianza de los consumidores.
“Los estándares internacionales ISO/IEC permiten fortalecen áreas fundamentales de las MiPYMES, tales como calidad y satisfacción de sus usuarios, el cuidado del medio ambiente, la continuidad de sus actividades de negocio, o la protección de sus bases de datos y de la información confidencial, lo que las coloca en condiciones de competir contra grandes corporativos multinacionales”, señaló Carlos Pérez.
Asimismo compartió, que las certificaciones son un elemento que permite a las empresas mitigar costos y que en muchos de los casos les ayudará a tener acceso a mejores financiamientos por parte de los bancos, al tiempo que les permite mejorar el potencial exportador de empresas en países en vías de desarrollo.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para 2030 se necesitarán 600 millones de empleos en todo el mundo para absorber la creciente fuerza laboral, lo que hace que el desarrollo de las PYMES sea de alta prioridad para los gobiernos de todo el mundo.
Además, organismos internacionales han señalado que las pequeñas empresas de los países en desarrollo se encuentran entre las más preocupadas por el cambio climático; así lo demuestra una encuesta del Centro de Comercio Internacional (ITC), en el que se estableció que el 68% de las empresas del África subsahariana y otros países en desarrollo, aceptan que los riesgos ambientales son importantes para sus negocios.