PULSO
Embarullado como anda el presidente totalmente palaciego, bien podría entonar, junto con el grupo Ramix, el éxito de la semana, con un pequeño ajuste a la letra y cantar: Oye Xóchitl / Lo que has provocado en mí / No tengo explicación / Me hundo en la sucesión / Qué sucede.
La nueva versión de la melodía del grupo del estado de México bien podría convertirse en el number one del playlist de Palacio Nacional y, quizá, del hit parade del proceso electoral 2023-2024. Unos ajustes adicionales a la lírica de “Oye Mujer” podrían volverse el canto de batalla de la alianza opositora.
Como en ningún otro momento, desde que destapó a sus corcholatas, las tribulaciones en los suntuosos salones y oficinas del palacete virreinal se hacen notorias, pues la estrategia presidencial para conservar el poder ha encontrado un inesperado y creciente valladar, el cual no esperaba y mucho menos el impacto social que minuto a minuto adquiere.
Las sensaciones de peligro y, por primera vez, la certeza de quedar trunca la continuidad de la transformación cuatroteísta, se acrecientan en la sede del ejecutivo ante el desdibujamiento de las corcholatas, ya sea por su propia personalidad o por las reglas fijadas por el mandatario sin nombre y sin palabra.
Ante la aparición espontánea de Xóchitl Gálvez como potencial candidata presidencial de las fuerzas políticas opositoras y su elevado grado refractario a las críticas del oficialismo, ha propiciado grandes simpatías entre importantes núcleos de población, causando zozobra en toda la región donde se asientan los poderes.
Mayor inquietud se percibe ante el estancamiento o caída de las corcholatas morenistas, muy a pesar del multimillonario gasto propagandístico de al menos dos de ellas: Adán Augusto López Hernández y Claudia Sheinbaum Pardo y sin tomar en cuenta la sorda batalla que libran en redes sociales el cuarteto morenista.
La libertad y cargos con los que se mueven los aspirantes de la oposición es otro hándicap en contra de sus contrapartes guindas, lo cual las ha obligado a aflojar lo ceñido del método cuatroteísta y, por tanto, es más fácil puedan caer en tentación de violentar las reglas partidistas y electorales, con el riesgo de ser inhabilitados -expulsados- del juego sucesorio.
De continuar las tendencias como se han manifestado en las recientes semanas, ni siquiera la manga ancha de las autoridades electorales -tanto el INE como el Tribunal Electoral- para que las corcholatas puedan evadir la normatividad garantiza la continuidad añorada por el presidente innombrable.
A pesar de las cualidades musicales de “Oye mujer”, de Ramix, difícilmente podría desplazar a “Supérame” del grupo Firme, en las preferencias palaciegas y es casi imposible vuelva a animar el cotarro del Salón Tesorería, salvo que en junio del año entrante se sepa de cambio en la titularidad del ejecutivo federal.
En tanto, se ve la evolución de los aspirantes y se conoce a quienes encabezarán las candidaturas presidenciales, habrá que ver de qué lado de la balanza se interpreta: “Y puedo ver la miel / Y un pétalo en tu piel / Y soy nada”
Oye mujer, he dicho.
EFECTO DOMINÓ
En junio se registró un crecimiento mensual de 24,398 plazas laborales, esto es ligeramente por debajo del promedio de los últimos 10 años de 29,000 puestos, reportó el Instituto Mexicano del Seguro Social, que también dio a conocer la pérdida de más de 19,000 fuentes de trabajo eventuales.
@Edumermo