Alcahuetes

PULSO

 

Eduardo Meraz

 

De acuerdo con el diccionario de la RAE, la definición de alcahuete describe a una persona como aquella que concierta, encubre o facilita una relación amorosa, generalmente ilícita y,  por extensión, que sirve para encubrir lo que se quiere ocultar.

 

Vistas así las cosas, ¿quién es más alcahuete, el que por convicción o conveniencia apoya a un sector, o el que dice ver primero por los pobres y los deja más endeudados, pero en cinco años permitió a los ricachones duplicar su riqueza?

 

¿Quién es más alcahuete, el que por convicción o conveniencia adopta los principios neoliberales o el que acompaña la corrupción y al crimen organizado?

 

Estudios y estadísticas oficiales, así como investigaciones del exterior, han hecho público cómo en la administración del presidente totalmente Palacio Nacional, los empresarios integrantes de su cuerpo asesor han hecho crecer su dinero al doble.

 

Ni siquiera en los mejores momentos del neoliberalismo habían tenido tantas posibilidades de acrecentar sus bienes, como en los primeros cinco o años del cuatroteísmo, no obstante verse obligados a pagar más impuestos.

 

Claros ejemplos de este trato preferencial hacia los hombres de negocios de México se presentan en los sectores de la construcción y la salud.

 

En materia de obra pública, aun cuando nunca cumplieron con la inversión billonaria prometida al inicio de la actual administración, de 1.5 billones de pesos, han tenido ganancias exorbitantes, pues las obras oficiales se hicieron mayormente con dinero público y triplicaron su costo.

 

En el campo de la salud, la nula o pésima atención gubernamental obligó a una gran cantidad de personas a recurrir a los servicios privados, por lo cual hoy destinan alrededor del 40 por ciento de sus ingresos para poder curarse y no morir mientras se tiene un sistema mejor al de Dinamarca.

 

Con ello, se ha notado una explosión en las ganancias de los empresarios dedicados a ofrecer servicios privados de salud, a causa de la desastrosa gestión oficial, donde no sólo se redujo, en términos reales el presupuesto al sector, sino también hubo subejercicios año con año.

 

En cambio, prácticamente se duplicó el presupuesto a las fuerzas armadas, lo cual no se tradujo en un porcentaje equivalente en la disminución de homicidios dolosos, pero sí una expansión en sus actividades criminales, en especial en materia de extorsión  y cobro de derecho de piso.

 

Pero para ocultar todos estos fracasos, el saliente habitante temporal del palacete virreinal, quiere convencernos de que todo en su gobierno ha sido perfecto y que las críticas son de resentidos, incapaces de aplaudir sus hazañas.

 

El mayor mérito de su gestión, sin que ello signifique reconocimiento a su persona y mandato, es haber alcahueteado la creación de una nueva generación: “los cachorros -algunos no tanto- de la transformación”, descendientes directos y suplentes de la oligarquía corrupta.

 

He dicho.

 

EFECTO DOMINÓ

Bastante ilustrativa la entrevista de Claudia Sheinbaum con los panelistas de Tercer Grado. Como en el comercial: “Todo está dicho”. Lo posterior, es querer lavarse la cara.

 

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