¿Está el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) utilizando el pleito mediático contra España para desviar la atención de la casa en que su hijo, José Ramón López Beltrán, vivió en Houston, Estados Unidos? Esta es una posibilidad que denuncia el Partido Acción Nacional.
La secretaria de Asuntos Internacionales de la dirigencia panista, Mariana Gómez del Campo, cuestionó la naturaleza de la propuesta del Ejecutivo sobre poner una “pausa” a las relaciones bilaterales con el país europeo, alegando que su objetivo verdadero era abrir un debate a modo de distracción.
Gómez del Campo afirmó que:
“El presidente abre un debate que no existe, con el único fin de distraer la opinión pública sobre las acusaciones de corrupción que pesan sobre su hijo José Ramón”.
Y es que José Ramón, el primogénito de AMLO, causó un escándalo cuando se reveló que él y su esposa, han vivido en los últimos años en dos casas en Texas, cada una con un valor de casi un millón de dólares.
Una de esas viviendas pertenecía a Keith Schilling, quien en ese momento era un alto ejecutivo en Baker Hughes, empresa que tiene contratos vigentes con el gobierno de López Obrador por más de 151 millones de dólares en obras para Pemex.
Sobre el caso de José Ramón López Beltrán, dirigentes y legisladores de Acción Nacional presentaron el pasado 3 de febrero una denuncia de hechos por posibles actos de corrupción y tráfico de influencias.
La diputada Gómez del Campo reprobó las declaraciones del Ejecutivo federal sobre España, al señalar que en 2021 la inversión de esa nación en México fue de 76 mil millones de dólares.