Los pagos móviles están aumentando a medida que disminuye el efectivo. Desde 2018, el uso de efectivo se ha reducido casi a la mitad, ya que las billeteras digitales se han cuadruplicado, de acuerdo con el estudio The Global Payments Report 2023, realizado por el proveedor de servicios financieros estadounidense FIS. Y este cambio de métodos de pago está afectando a las propinas en todo el mundo.
En América Latina, cada vez más, las personas se están acostumbrado a no llevar efectivo, pues prácticamente en todos los establecimientos ya se aceptan pagos con tarjeta, sobre todo después de la pandemia por Covid-19 que los aceleró.
De acuerdo con la Americas Market Intelligence (AMI), 2023 es el primer año en América Latina que inicia con una menor proporción de efectivo y mayor proporción de pagos digitales en todo el universo de pagos incluyendo e-commerce y retail.
Ante un futuro cashless, el personal que recibe parte de sus ingresos a través de las propinas, podría verse afectado significativamente. FIS prevé que para 2026 la tarjeta de crédito será el método de pago más común en punto de venta en Latinoamérica, con un 28% de preferencia, seguido de tarjetas de débito y monederos digitales, con un 24%. El efectivo tendrá un 22% de uso dentro de tres años.
Sin embargo, este avance en la digitalización de los pagos está dejando un vacío para el personal de servicio en restaurantes y hoteles que se están quedando sin propinas. Es común en México, por ejemplo, que al pagar una cuenta con tarjeta la propina no pueda ser abonada y esta deba dejarse en efectivo.
La razón es que cuando los pagos se realizan con tarjeta, las cosas se complican para el establecimiento en cuestión de impuestos, pues al aceptar un pago mayor a la cantidad reflejada en la cuenta se da la impresión de que los ingresos al consumo son mayores, lo que podría generar cargos fiscales.
Este obstáculo, que se extiende a otros países de América Latina como Argentina y Colombia, requerirá que las terminales de pagos tengan una configuración especial y en ocasiones la instalación de un nuevo software.
Para atender este reto, fintechs como Geopagos, que habilita tecnología para empresas que quieran crear o escalar su negocio de aceptación de pagos, integra la función de “propina social” en la App que gestiona sus soluciones de pago, como Venta Express de Banco del Bajío, entre otras. Esto permite que cualquier comercio, en especial locales de gastronomía, puedan ofrecerle al consumidor la posibilidad de adicionar desde 10% y hasta 20% al valor de una compra de forma voluntaria, por gratificación del servicio. Esta funcionalidad no solo aplica para cobrar físicamente en bares y restaurantes, sino también para la venta online ya que antes de enviar un link de pago la App despliega la opción de dejar la propina social. En ambos casos, queda el monto elegido por el cliente en el detalle de la transacción.
Actualmente algunas apps de servicios de entrega a domicilio en México como Farmacia San Pablo, Uber, Rappi y Didi ya tienen integrada la opción de agregar propina al monto pagado. Esto favorece a ampliar el espectro y la adopción de las propinas digitales, ahora que el uso de efectivo está disminuyendo poco a poco.
De no existir esta opción de dejar propinas digitales, la ley de impuestos podría considerar estos montos extra en el cálculo de la retención de los negocios, lo que llevaría a los comercios a no aceptar propinas digitales.