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Critican baja visibilidad del embajador Esteban Moctezuma en medio de relación entre México y EU

La gestión de Moctezuma está marcada por un perfil bajo, a pesar del contexto de creciente complejidad entre ambos países
El trabajo del embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán, fue cuestionado por su limitada exposición pública en temas clave de la relación bilateral, de acuerdo con un reportaje publicado por Reporte Índigo el pasado 19 de mayo.
Según el medio, la gestión de Moctezuma está marcada por un perfil bajo, a pesar del contexto de creciente complejidad entre ambos países, caracterizado por desacuerdos en materia migratoria, controversias comerciales y un endurecimiento del discurso del presidente Donald Trump, quien retomó protagonismo en el escenario político estadounidense.
El contraste se acentúa si se considera que, a inicios de 2025, Moctezuma reiteró su compromiso al frente de la misión diplomática mexicana.
“Mi responsabilidad es dar la cara por México”, afirmó en un mensaje videograbado que compartió en sus redes sociales tras ser ratificado en el cargo por la presidenta Claudia Sheinbaum. En la misma intervención, sostuvo que “los intereses de México no se negocian”, al tiempo que llamó a la unidad nacional ante los cambios en la Casa Blanca.
No obstante, desde aquella declaración en enero, su presencia en el debate público ha sido reducida. No ha encabezado posicionamientos relevantes frente a decisiones del gobierno estadounidense ni ha figurado como interlocutor visible en los momentos más tensos de la agenda bilateral.
Ana María Salazar, especialista en relaciones internacionales, consideró que “la embajada mexicana en Washington debería ser un actor clave en la defensa de los intereses nacionales, especialmente en momentos de tensión como los actuales”.
Añadió que “la ausencia de liderazgo visible puede ser interpretada como una falta de estrategia o de voluntad política para enfrentar los desafíos bilaterales”, resaltó Reporte Índigo.
Salazar también remarcó que “la diplomacia no puede limitarse a comunicados de prensa o a reuniones privadas; se requiere una presencia activa y visible que envíe señales claras tanto a la sociedad mexicana como a la estadounidense”.