Un grupo de 128 cubanos que participó en las protestas del 11 y 12 de julio de 2021 en dos barrios de La Habana, consideradas las más violentas de esas jornadas, fueron condenados a penas de entre 6 y 30 años de cárcel, informó este miércoles el Tribunal Supremo.
En los juicios, celebrados entre el 14 diciembre y el 3 de febrero, fueron juzgados 129 cubanos que participaron en las protestas en los barrios de Diez de Octubre y La Güinera, “acusados de cometer y provocar graves disturbios y hechos vandálicos”, señaló el Tribunal Supremo (TSP) en un comunicado publicado en su página de internet.
De los 129 procesados, 128 fueron encontrados culpables de delitos de sedición y hurto, y dos de ellos, Dayron Martín Rodríguez y Miguel Páez Estiven, recibieron condenas de 30 años de prisión, añadió el comunicado del TSP, que no precisó la edad de los condenados.
Según el comunicado, ambos grupos voltearon vehículos y patrullas y lanzaron piedras, botellas y cócteles molotov contra instalaciones de la policía y agentes del Ministerio del Interior, que provocaron “lesiones a otras personas y graves daños materiales”.
En La Güinera fue abatido el único fallecido de las manifestaciones históricas que estallaron en cerca de 50 ciudades cubanas al grito de “Libertad” y “Tenemos hambre”.
Dayron Martín Rodríguez, de 36 años, ese día “se puso a grabar para mandar a su padre el video”, pero en medio de la multitud y al sentir la lluvia de piedras se cayó y perdió su teléfono, dijo a la AFP su madre Esmeralda Rodríguez.
Por su parte, Zoila Rodríguez, la madre de Katia Beirut, de 36 años, comentó que a su hija y al esposo de ella comenzaron a juzgarlos por “un delito de desorden público” y terminaron haciéndolo por “sedición”.
“Efecto ejemplarizante”
La fiscalía dice en el expendiente que Katia grabó con su teléfono para “publicar todo lo que estaba ocurriendo y así lograr que más personas se les unieran”.
Otros 125 implicados en ambas protestas fueron sentenciados a penas de entre 6 y 26 años de privación de libertad, uno a cuatro años de trabajo correccional sin internamiento y otro quedó absuelto. Todos podrán apelar sus sentencias ante el Tribunal Supremo.
El gobierno informó el 25 de enero que 790 personas, entre ellas 55 menores de 18 años, fueron encausadas por las manifestaciones de julio. Y otras 172 habían sido condenadas hasta ese momento.
Pero de acuerdo con Justicia 11J, una agrupación cubana que lleva un registro de casos, hubo 1.442 personas detenidas, de las cuales 756 siguen la cárcel.
Laritza Diversent, directora se la ONG de derechos humanos Cubalex, con sede en Miami, dijo a la AFP que la sentencias que se conocieron el miércoles “generan ese efecto ejemplarizante en el resto de la sociedad, teniendo en cuenta que La Habana es una de las provincias más difíciles de gobernar” y donde más protestas y detenciones hubo durante el estallido de julio.
La activista criticó las penas por “el delito de sedición, cuando sabemos que las protestas fueron totalmente espontáneas y que en cualquier manifestación son normales las arengas a otros y que piden a las personas que se sumen (…) eso en ningún caso debiera calificarse como sedición”.
El gobierno de Cuba ha culpado a Estados Unidos de estar detrás de las manifestaciones del 11 de julio, las mayores protestas que se hayan registrado en la isla desde el triunfo de la revolución en 1959.
Por su parte Washington ha solicitado insistentemente la liberación de estos presos.
“Mientras el régimen en #Cuba juzga a docenas de manifestantes más del #11J con cargos injustos esta semana, sabemos que la dureza de las sentencias se utiliza para que los cubanos tengan miedo”, escribió el lunes en Twiter la embajada estadounidense en La Habana.