Dejar a la GN a cargo del Ejército debe priorizar cambio de estrategia, señalan

Mario Salomón, country manager de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial, señaló que tras el anuncio de Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa, acerca de que en octubre próximo la Guardia Nacional (GN) se consolidará como parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en principio no es un buen aviso, puesto que, de no cambiar las reglas para combatir a los delincuentes, se darán los mismos resultados que en el actual sexenio, es decir, que haya incremento de delitos.

No obstante, para el experto en el corto plazo no es mala idea que la GN se integre al Ejército, por lo que sugiere a las autoridades y legisladores que lo primero que se debe analizar son los resultados de una política de seguridad que no ha sido buena, dado que los homicidios crecen exponencialmente.

En ese sentido, demandó que debe ser prioridad de la nueva administración sopesar qué es lo que se debe hacer para corregir este flagelo que repercute en la economía, el empleo y en muchos aspectos de la sociedad.

Fue el 23 de junio pasado, en un evento junto al jefe del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, que Sheinbaum Pardo dio el anuncio, a lo que el tabasqueño a manera de recomendación enfatizó que es importante que el gabinete de seguridad se reúna de lunes a viernes de 6 a 7 de la mañana en Palacio Nacional.

Sheinbaum Pardo apuntó en ese momento que la Guardia Nacional, en tan sólo cinco años, tiene el reconocimiento del pueblo, por lo que es vital que se consolide como parte de la Sedena con la reforma constitucional que está en el Congreso de la Unión”.

DELINCUENTES SE ADAPTAN 

“La delincuencia organizada tiene capacidad tanto para adaptarse a segmentos más convenientes al mercado, pero territorialmente va avanzando. La delincuencia organizada tiene mucho dinero, armamento y muchos elementos. De esta forma, están en desventaja la GN y el Ejército, pero esta última institución es la que tiene la mayor capacidad para detener a la delincuencia organizada”, sostuvo Salomón Pineda en entrevista con Diario de México. 

Así que pidió que la GN primero debe adoptar los principios y valores de la milicia nacional, toda vez que manifestó que ello sí incide en la reducción de inseguridad.

Indicó que parte del problema radica en que las fuerzas de seguridad federal están solas, es decir, no cuentan con el apoyo de los gobiernos estatales en la estrategia de combate, entre otras cosas, por cuestiones de corrupción, “por lo que los cientos de confrontaciones que se han dado con la delincuencia agotan la estrategia de la autollamada ‘Cuarta Transformación’”, expresó.

También llamó a reconocer que en las policías estatales y municipales existen muchas carencias, por lo que recomendó a la próxima presidenta y a su gabinete poner atención en que estas instituciones de seguridad sean las apropiadas, ante ello sugiere que haya capacitación correcta, que perciban los uniformados un sueldo digno y seguros que les permitan vivir en un contexto confiable para ellos mismos.

“Lamentablemente el hecho que se deje a las bandas delincuenciales funcionar con total impunidad da muestra que el gobierno federal ha realizado las cosas mal, porque no hay un planteamiento efectivo para impedir que estos grupos anden como si nada en el país”, consideró Salomón Pineda. 

EJÉRCITO, UNA MEDIDA ACERTADA 

Salomón Pineda insistió que dejar a los soldados la batalla contra la delincuencia es acertado, puesto que cualitativamente es la institución mejor preparada para llevar a cabo estas tareas, además, reiteró que anexar a futuro a la GN al mando del Ejército es una línea correcta, debido a que no hay otra institución que efectúe un adecuado combate contra los criminales.

Refirió que es necesario que el plan de dejar a la GN en manos de la Sedena sea transexenal, puesto que no dar continuidad a los avances logrados en gobierno pasados de nada servirán, dado que no es factible que en cada sexenio se propongan adecuaciones en seguridad sin tomar en cuenta los buenos resultados que hubo previo a la nueva administración.