La inflación se mantuvo estable en Estados Unidos en septiembre, según datos del gobierno publicados el jueves, lo que dio a las autoridades un cierto respiro en su batalla para frenar los aumentos de precios.
El índice de precios al consumo (IPC), un indicador de inflación seguido de cerca, aumentó un 3.7 por ciento interanual, la misma tasa que en agosto, dijo el Departamento de Trabajo.
Pero mes a mes, la inflación se desaceleró del 0.6 por ciento al 0.4 por ciento, según el último informe.
Además, el índice, que excluye los segmentos volátiles de alimentos y energía, se enfrió hasta el 4.1 por ciento, el nivel más bajo en dos años.
La desaceleración de la inflación será una buena noticia para la Reserva Federal (Fed, banco central), que ha emprendido una agresiva campaña de aumentos de las tasas de interés desde marzo del año pasado para reducir la demanda y, a su vez, el ritmo del aumento de los costos.
Aunque las autoridades de la Fed han dejado la puerta abierta a otro aumento en la tasa de interés de referencia este año, las cifras de inflación más bajas podrían reducir la necesidad de hacerlo en su próxima reunión.
Más allá de los costos de vivienda, “un aumento en el índice de la gasolina también contribuyó de manera importante” al aumento mensual, dijo el Departamento de Trabajo.