Acumulando escándalos y demandas, la diputada a la que todos conocen como Olga Lucía Romero Garci-Crespo y a la cual todos deberíamos llamar Mónica Caballero Garci-Crespo, ya es apodada en Tehuacán la Lady Demandas, eso en a partir de que se dieran a conocer las demandas más escandalosas que pesan en su contra por lavado de dinero, noticia que se difundió a principios del pasado mes de abril.
Pero gracias a la colección de demandas que pesan en su contra, los medios locales ya la llaman Lady Demandas, como ahora están tan de moda los sobrenombres clasistas que aluden a mujeres de posición acomodada, más las “costumbres” por las que se dan a conocer… Casi siempre poco reputadas.
Lady demandas ataca de nuevo, ahora gracias a demandas de presidentes municipales poblanos que entablaron demandas por desvió de recursos públicos, enriquecimiento ilícito y abuso de poder. Estas demandas comenzaron a entablarse desde el año pasado, pero hasta ahora toman fuerza, gracias a la laaarga lista de demandas que ya pesan sobre la política, quien pasó a ser llamada Monina, como la llamaba incluso su familia, a Lady Demandas.
Gracias a la convocatoria que extendieron los Romero Celis, en meses pasados, todas las demandas que se habían mantenido por debajo de la mesa, para no ensuciar su imagen, han cobrado fuerza para sacar a relucir las corruptas verdades de la diputada. La verdad es que se ha ganado el sobrenombre a pulso. Ahora ya no solo son las demandas de los Celis por violación a los derechos humanos, o por nepotismo y abuso de poder; o las de lavado de dinero por parte de un reconocido abogado anticorrupción, Eduardo Lizalde; ahora las demandas de presidentes municipales de Nicolás Bravo y Vicente Guerrero, entre otros.
Lady Demandas se une a la larga lista de mujeres prepotentes que dan mala fama a México. ¿Será que todas se van de compras al mismo sitio, toman whisky de la misma marca y huelen a Channel? Con el lavado de dinero y el tamaño de la ambición, a Lady Demandas, seguro le alcanza para los más altos lujos…