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Salud

Pérdida de peso acelerada: un riesgo invisible para la salud

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En medio de una creciente presión social por alcanzar cuerpos ideales y resultados rápidos, especialistas de la Clínica VitaHealth, institución médica líder en el tratamiento integral de la obesidad y los trastornos metabólicos, advierten sobre los riesgos graves de la pérdida de peso acelerada, un fenómeno cada vez más frecuente y normalizado en redes sociales y medios digitales.

 De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2023), más del 75% de la población adulta en México vive con sobrepeso u obesidad. Esta situación ha generado una demanda creciente de métodos para perder peso, muchos de los cuales no están sustentados en evidencia científica ni cuentan con supervisión médica.

 “Nos encontramos con pacientes que, tras haber perdido 10 o 15 kilos en pocas semanas con dietas extremas no supervisadas, llegan a consulta con problemas de salud más graves que cuando iniciaron”, explica el Dr. Luis Jesús Dorado, médico especialista en nutrición clínica y director general de VitaHealth. “El cuerpo puede responder positivamente a ciertos esquemas de pérdida de peso acelerada, como una dieta cetogénica, siempre que estén correctamente indicados y bajo vigilancia médica. El problema surge cuando estas estrategias se aplican sin conocer el estado metabólico, hormonal o emocional del paciente, lo cual puede generar descompensaciones serias y afectar su salud integral”.

 De acuerdo con el equipo médico de VitaHealth, los principales efectos negativos de una pérdida de peso no controlada incluyen desaceleración del metabolismo basal, pérdida de masa muscular en lugar de grasa corporal, déficit de vitaminas y minerales esenciales, problemas hormonales, trastornos psicológicos como ansiedad o depresión, riesgo cardiovascular, y cálculos biliares o daño hepático.

 “Las redes sociales están llenas de transformaciones físicas que promueven una idea falsa de éxito inmediato, sin mostrar el desgaste físico y emocional que hay detrás. Esto ha creado una relación tóxica con la comida, la báscula y el cuerpo”, añade la nutrióloga Claudia Larrauri, parte del equipo multidisciplinario de VitaHealth.

 De hecho, un estudio reciente publicado en The Lancet Public Health sugiere que las dietas muy restrictivas o las soluciones rápidas aumentan el riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en hasta un 30% de los casos.

 El tratamiento de la obesidad debe ser integral, progresivo y centrado en el paciente, no en un número en la báscula. Esto implica la participación de un equipo médico multidisciplinario que incluya médicos especialistas en nutrición clínica, endocrinólogos, psicólogos, educadores en salud y entrenadores físicos certificados.

 “La pérdida de peso saludable no ocurre en semanas. En la mayoría de los casos, un ritmo adecuado es de 0.5 a 1 kilo por semana, dependiendo de la condición de cada paciente”, señala Claudia Larrauri, experta en nutrición. “El éxito real no es bajar de peso rápidamente, sino sostenerlo en el tiempo sin comprometer tu salud”.

 Por su parte, el Dr. Dorado concluye: “Necesitamos cambiar el enfoque de ‘baja rápido’ por el de ‘cuida tu salud’. La obesidad es una enfermedad crónica, multifactorial, y debe tratarse como tal. No hay soluciones mágicas, pero sí hay tratamientos efectivos cuando se cuenta con el acompañamiento adecuado”.