Por dinero baila la sobrina de la Señorita Socorro Romero Sánchez

 

*Diputada Garci-Crespo sirve más para el chisme que para legislar

Legisladores de poca reputación como la diputada local Olga Lucía Romero Garci-Crespo brillan por sus escándalos, no por sus iniciativas.

Los puestos que ha ocupado la política en el gobierno poblano estatal han sido usados para su beneficio personal. Además del tráfico de influencias y los delitos cometidos para adueñarse de la herencia.

La clase política en el país es, de por sí, de dudosa imagen. Pero con acciones tan descaradas y viles, la diputada exhibe la convicción de muchos: los políticos son una bola de rateros que no sirven para mucho.

En el caso de Garci-Crespo al menos, esta certeza es evidente. Robo descarado y falsificación de documentos e identidad son solo algunas de sus fechorías.

¿Todo para qué? Para adueñarse de la herencia de Socorrito,  quien dice también haber sido muy cercana. Totalmente falso.

Será que la Monina, como le llaman los medios de comunicación locales, ¿Prefiere mantenerse vigente en lo medios, aunque trapeen el piso con su imagen? ¡Qué hablen mal de mí, pero que hablen!

La diputada poblana es más conocida por sus escándalos, por andar en el chisme, de boca en boca, que por su inexistente trabajo legislativo. Lo que sea con tal de agregarle unos ceros de más a sus cuentas bancarias. Mantener su estilo de vida sale caro, diputada. El fin justifica los medios.

La Monina es una vergüenza legislativa para su Puebla natal y para el país entero. Así seguirá la funcionaria traicionando al pueblo y ponderándose a sí misma. Deplorable y de pena ajena.