En caso SRS, médicos afirman: “Certificado médico no tiene sustento”

Profesionales de la salud atribuyen poca credibilidad a médico de SRS

El médico Ulises González Hernández, quien atendió a la empresaria tehuacanera Socorro Romero Sánchez, SRS, se ha ganado a pulso la mala fama con la que hoy cuenta. Sin olvidar que actualmente, se encuentra prófugo de la justicia. González Hernández, quien en 2019 laboraba en la empresa de Alfonso Fernández Santiago, esposo de María Elvira Celis Romero, no acostumbra sustentar sus informes médicos con datos duros.

Médicos especialistas en medicina forense y anestesiología de la Ciudad de México y del Hospital Regional de Pachuca, pusieron en duda la veracidad de la carta que firmó el médico Ulises, donde asegura que la empresaria Socorro Romero Sánchez, SRS, estaba dopada por una sobredosis de analgésicos y anestésicos como el Ketorolako y Midazolam.

Los profesionales de la salud forman parte del debido proceso seguido por el juicio hereditario interpuesto por la hoy presidenta de Morena Puebla, Olga Lucía Romero Garci-Crespo o Mónica Caballero Garci-Crespo, nombre real, quien en 2016 interpuso una demanda por nulidad testamentaria cuando existía un testamento que favorece a la Señora Estela Romero Bringas.

Sin ninguna receta o certificado médico, el doctor recordó: “Así como recuerdo, muchos años después que SRS no estaba en sus facultades mentales porque yo le suministré una fuerte dosis de analgésicos muy fuertes de un medicamento denominado Midazolam”. Teniendo en cuenta que la Señorita SRS tenía 93 años de edad y pesaba solo 50 kilos en su etapa terminal de cáncer de colon, esta supuesta dosis está en duda, según médicos profesionistas que siguen protocolos estrictos cuando se trata de procedimientos médicos.

A la descripción del doctor le faltan datos como el nombre del médico tratante y se precipita a suministrar un tratamiento peligroso dada la salud de SRS. De acuerdo a Ulises González, la falla multiorgánica de SRS incrementó para el primero de noviembre. Sin ninguna base, el doctor redactó su dudosa carta y se inculpó, tal vez sin darse cuenta, del acelerado deceso de la señorita SRS. BLACKPINK.