Idus de 2024

PULSO

Eduardo Meraz

Inexplicable, por donde se le vea, la rompedera de lanzas en Palacio Nacional al iniciar 2024. El presidente sin nombre y sin palabra ha perdido el control y ataca a diestra y siniestra a quienes exhiben los falsos conceptos, las deficiencias y trapacerías mil de su gobierno.

Exaltado por la exhibición de sus pecados ideológicos y monetarios, el mandatario asegura, desde el teatro en atril mañanero, tener para dar y repartir a todo aquello frente a él y obstaculice su supuesta marcha triunfal.

Además de proseguir con sus ataques a la prensa del país, en especial en los días recientes a dos periodistas, Azucena Uresti y Carmen Aristegui, este miércoles el ejecutivo palaciego, se lanza contra el sindicato patronal, la Coparmex.

La Confederación Patronal de la República Mexicana advirtió que desaparecer los organismos autónomos afectaría a los ciudadanos. A falta de argumentos de respuesta, el presidente sostuvo que la organización empresarial es una especie de sector del PAN.

Y ya encarrerado, dijo que es un esquema como el del PRI con los trabajadores (CTM) y los campesinos (CNC). Obvio, se le olvidó mencionar al sector verde olivo en Morena.

La diatriba y la ofensa hacia quienes piensan diferente, muestra las limitaciones cognitivas del habitante temporal del palacete, pues es el único “modito” que le queda para tratar de defender lo indefendible.

Si todo lo realizado durante su sexenio hubiese sido medianamente bueno, carecería de sentido la incontinencia legislativa que padece en las semanas recientes.

Sin embargo, el empantanamiento de los negocios jugosos en el cual cayeron familiares y funcionarios, le impide enviar la iniciativa de reforma constitucional al artículo 108, para castigar la corrupción en el poder ejecutivo, y así asegurar la aprobación popular para él y su bastonera.

Una reforma de esa magnitud tendría mayores rendimientos electorales a los cambios que propone a la Carta Magna en materia de pensiones, órganos autónomos y poder judicial. Y no tendría porque recomendar a la gente que lo piense bien.

Para el oficialismo, encarnado en el presidente, y ante la imposibilidad real de esconder la acumulación originaria de riquezas cuatroteístas, ahora pretende usar como karma: lo más importante es elegir “el proyecto de nación que se quiere”.

Apenas inició este año y al bateador palaciego ya lo han ponchado varias veces y su equipo no da una. Difícilmente saldrán de este “slump” antes de concluir su contrato. Así los Idus de 2024, con más pena que gloria.

He dicho.

EFECTO DOMINÓ

Por la forma en cómo se están dando los nombramientos en los órganos electorales (INE y TEPJF), la supervisión y vigilancia de aquí a que termine todo el proceso electivo, nos corresponde a la ciudadanía.

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@Edumermo