La Garci-Crespo y la red de políticos corruptos crecen la iniquidad en México

Escándalos políticos de corrupción no tienen color partidista

La ambición encuentra medios oscuros para mantenerse. 

El reciente descubrimiento de lavado de dinero en los restaurantes de la diputada Mónica Caballero Garci-Crespo, alias “Lady Demandas”, terminó con la poca imagen que la política se aferraba en conservar. Sin embargo, los escándalos políticos tienen una historia vieja en el país. Y la funcionaria que todo mundo conoce como Olga Lucía Romero Garci-Crespo, no es la única que denigra a su partido.

El priista Aito Moreno fue exhibido recientemente por un grupo de investigación mexicano, por un tema muy similar al lavado de dinero de Lady Demandas. Alito Moreno también creó una red de amigos cercanos y familiares para enriquecerse mediante la compra, reventa y apropiación de bienes inmuebles, bienes que jamás fueron considerados en su declaración patrimonial. El aún presidente del Revolucionario Institucional es el partido opositor al que lidera el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero las prácticas fraudulentas son las mismas. La ambición siempre encuentra medios oscuros para mantenerse.

Los escándalos políticos no tienen color partidista, no son de derecha, ni de izquierda. Y sigue siendo lamentable que esta calaña de políticos, sigan infectando a México. Si la intención de Andrés Manuel López Obrador sigue siendo limpiar el país de esta plaga que parece no tener fin, que empiece barriendo con todos los políticos sucios como la señora diputada Garci-Crespo y todos los que aún se ocultan en el anonimato.

El caso de Alito Moreno muestra que la verdad a veces tarda, pero siempre sale a la luz. Cuando las pruebas ya son evidentes, a la opinión pública no le queda más que condenar a los políticos de este tipo que dañan tanto a nuestro país. Se espera que, además de que la prensa y la sociedad condenen a personajes de este tipo, todo el peso de la ley caiga sobre ellos. Y, una vez más, que la limpieza de este país realmente inicie desde el partido en el poder, porque, hasta hoy, Morena y el PRI, parecen harina del mismo costal.