La solidaridad nunca será ilegal

Línea Fifí

Martín Takagui

Un grupo de chairoperiodistas, de los que cubren las mañaneras de AMLO y de los que ha comprado el gobierno, desde hace algunos días, lanzan preguntas al aire tratando de desvirtuar y de desacreditar el movimiento huelguístico del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex.

Una vez que el presidente Andrés López Obrador anunció que se retomaría la negociación entre el gobierno y el Sindicato de Notimex, la directora general de la empresa noticiosa, Sanjuana Martínez, comenzó a mover sus tentáculos para tratar de bombardear la autenticidad del movimiento que lidera la periodista Adriana Urrea, secretaria general del SUTNOTIMEX.

Y es que la primera interesada en evitar que se resuelva la huelga es la propia Sanjuana Martínez, pues sabe que al regresar a trabajar, tendrá que rendir cuentas de los más 500 millones de pesos que se ha gastado fuera de la norma, que constituyen el presupuesto de tres años de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano.

Los chairoperiodistas a los que ha pedido ayuda Sanjuana Martínez, conocida como la señora de las mentiras y ataques periodísticos oficiales, cuestionan el origen de los recursos con los que se financia la campaña, sin saber que la solidaridad entre sindicatos es uno de los valores y de las bases sobre las que las organizaciones laborales sustentan sus luchas.

De ser cierta la afirmación de que el Sindicato de Telefonistas que lidera Francisco Hernández Juárez pudo haber destinado dos millones de pesos a la lucha del SUTNOTIMEX, se trata de un monto irrelevante, pues esa suma dividida entre los mil días que lleva la huelga, nos dan dos mil pesos diarios.

Pero además habría que dividir esos dos mil pesos entre los cien trabajadores que diariamente hacen guardias en cuatro campamentos las 24 horas del día, lo cual quiere decir que a cada uno de los que participan les tocarían 20 pesos, que no les servirían ni para los pasajes para llegar.

La autollamada Cuarta Transformación como todos sus agentes y sus paleros, ni siquiera debieran plantear esa clase de preguntas. Se supone que la 4T es un movimiento surgido del pueblo, donde los trabajadores, los campesinos y las clases populares tienen un protagonismo fundamental. Por lo tanto, debieran saber cómo se financian las huelgas, cómo los sindicatos amigos aportan recursos económicos y donativos en especie para ayudar a resistir los embates de los patrones.

Cómo es que los chairoperiodistas no saben para qué sirven las centrales de trabajadores, las federaciones y las confederaciones, las uniones de sindicatos, las agrupaciones laborales y gremiales, pues para eso, precisamente para apoyar, para ser solidarios con los demás sindicatos.

Muchos de los sindicatos tienen como base de sus líneas ideológicas la solidaridad con otras centrales laborales, sus documentos básicos como los programas de acción y los estatutos hablan de la forma y montos con los que pueden apoyar a otros sindicatos cuando se encuentran en huelga, destinan recursos económicos que sirven, precisamente para financiar a movimientos de sindicatos hermanos.

Esos periodistas comprados por el gobierno de la 4T debieran acercarse a cualquiera de los cuatro campamentos de la huelga de Notimex, en donde pueden observar decenas de mantas, lonas y volantes que se encuentran señalando al movimiento y brindando el apoyo a los trabajadores del SUTNOTIMEX.

Con eso se darían cuenta de que no solamente los telefonistas, sino que muchos otros sindicatos han hecho aportaciones en especie y en efectivo para mantener vivo ese movimiento que es la huelga más larga de la historia en un organismo del gobierno federal, que no ha querido resolverse por capricho de la directora general, quien prefiere gastarse el dinero de los mexicanos de manera ilegal, pero en algún momento deberá rendir cuentas y de no tenerlas claras podría ir a la cárcel.

Ingenuo, por no decir tonto, sería que todos los trabajadores que nos encontramos sin trabajo por la huelga, siguiéramos esperando a que la señora Sanjuana Martínez quiera sentarse a negociar y sin buscar el sustento para nuestras familias.

La mayoría de quienes participamos en la huelga de Notimex hemos conseguido trabajo y con eso, nosotros mismos también sustentamos nuestros gastos personales para estar en las guardias, asistir a las marchas y a los plantones, para sustentar los alimentos que deben tenerse en los campamentos.

Los integrantes del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex, son eso precisamente, TRABAJADORES y, por lo tanto, saben de sus obligaciones con sus familias y de la solidaridad del gremio, más aún cuando han sufrido el embate de una directiva que se dedicó, desde el primer día de su arribo a la Dirección General de la agencia, a vulnerar los derechos laborales y a violar el Contrato Colectivo de Trabajo.

Es de esperarse que los ataques y las supuestas preguntas al presidente de la República en las mañaneras, sigan disfrazándose de inocentes, cuando se trata de preguntas armadas, negociadas, que buscan desacreditar un movimiento legítimo de trabajadores que ha sido calificado como legal y existente por parte de la autoridad laboral del país.